Con el creciente incremento de la competencia en el ámbito de la educación superior, tanto a nivel nacional como internacional, las universidades públicas y privadas ven, cada vez más, a los estudiantes como "clientes" de sus "servicios", y desarrollan estrategias de marketing para su oferta.
Aprovechando las oportunidades presentadas por el proceso de globalización, y considerando factores como la disminución de los subsidios de los gobiernos, muchas universidades de países como Estados Unidos, Inglaterra y Australia han desarrollado y puesto en marcha estrategias coordinadas de atracción de estudiantes extranjeros.